Temperatura para sublimar camisetas: rangos seguros y cómo ajustarlos
Saber con precisión la temperatura para sublimar camisetas marca la diferencia entre colores intensos y resultados lavados. En la práctica de taller, lo que mejor funciona es trabajar dentro de un rango de 180–200 °C y ajustar el tiempo según tela, gramaje y estabilidad térmica de tu plancha. Con ese marco, obtienes consistencia y evitas improvisar cada vez que cambias de prenda.

La regla práctica que no falla
Cuando el objetivo es poliéster con color vivo, la receta base que se usa en el día a día es 190 °C por ~55 s con presión media. Ese punto medio equilibra viveza y control. Si tu plancha calienta menos de lo que marca el display (algo habitual), acercarte a 200 °C compensa; si tu equipo es muy estable o la tela es ligera, 185–190 °C bastan. El tiempo se mueve principalmente por gramaje (más grosor, más segundos) y por la verdadera temperatura que llega al tejido.
Por qué “180–200 °C y 35–70 s” encaja con la realidad
En camisetas de poliéster 100%, empresas del sector publican guías con 200 °C ~35 s para “textiles varios”, mientras otras recomiendan 180 °C ~60 s para “textiles/remeras”. Ambas recetas funcionan porque la física detrás es la misma: necesitas que el tinte alcance su ventana de gasificación y difunda en la fibra, y eso ocurre bien si la energía total (temperatura × tiempo) es suficiente y la presión es uniforme. Dicho de otro modo: 200 °C × 35 s y 180 °C × 60 s suelen equivaler en resultados cuando la plancha es estable y la tela está bien preparada. En taller, la decisión real pasa por tu equipo y por la prenda concreta.
Cómo estandarizar por tipo de prenda y composición
Si vas a imprimir varias referencias, crear una hoja de recetas evita sorpresas. Estos puntos de partida son seguros para iterar (presión: media; preprensa: 10–15 s para expulsar humedad):
- Poliéster 100% (interlock/microfibra 140–170 g/m²): 185–195 °C × 45–60 s.
Sube a 200 °C si tu plancha cae al cerrar o si notas colores tímidos. - Poliéster 100% (piqué 170–220 g/m²): 190–200 °C × 55–70 s.
El tejido “granulado” pide un poco más de energía para lograr bordes limpios. - Mezcla 65/35 (poliéster/algodón): 190–200 °C × 55–70 s.
El color quedará más suave que en 100% poliéster; busca un look menos brillante. - Mezcla 50/50: 190–200 °C × 60–70 s si aceptas acabado “vintage”.
No esperes la saturación de un poliéster puro; define expectativas con el cliente. - Poliéster + elastano (gym/fitness): 185–195 °C × 50–60 s.
Evita temperaturas muy altas que fatigan la elasticidad; presión pareja sin “marcar”.
Si trabajas con telas pesadas (220–260 g/m²) o prendas de doble tejido, alarga 5–10 s para que el calor llegue al núcleo. En gramajes muy ligeros (120–130 g/m²), prueba 185–190 °C y tiempos del rango bajo para minimizar brillo o marcas.
Integra tu manera de trabajar sin perder calidad
En producción real es común operar “entre 180 y 200 °C” y moverse de 35 a 70 s. Esa elasticidad es válida siempre que controles dos cosas:
- La temperatura real de la platina (verificada con termómetro externo). Muchas planchas muestran un número y entregan otro; si tu display dice 190 °C pero el termómetro marca 180 °C, súbelo o compénsalo con tiempo.
- La compatibilidad de la tela con tu propósito. Para camisetas tipo polo o jerseys de fútbol (poliéster), el rango funciona impecable; en algodón directo, el color no ancla y la durabilidad cae. Si necesitas algodón, considera recubrimientos o técnicas alternativas (pero ya no hablaríamos de sublimación pura).
Preprensa, presión y orden de operaciones
Una preprensa de 10–15 s elimina humedad y aplana fibras, mejorando la transferencia. La presión media distribuye mejor la energía; la alta puede marcar bordes o aplastar texturas (piqué, waffle), y la baja genera zonas lavadas. Coloca el papel de transferencia bien sujeto con cinta térmica y evita microdesplazamientos: el “fantasmeo” nace de movimientos de milímetros al cerrar o levantar. Retira el papel sin deslizar y deja enfriar la prenda antes de manipularla.

Diagnóstico rápido de problemas y ajustes
- Colores apagados: primero verifica temperatura real. Si está bien, prueba subir 5–10 s o cambia de papel (algunos liberan el tinte mejor). Revisa tu perfil ICC.
- Sombras o “ghosting”: más cinta térmica y levantado vertical. Evita corrientes de aire que inflen el papel.
- Marcas de platina o del borde del papel: baja un punto la presión, usa almohadillas o protege cantos.
- Manchas por condensación: preprensa, especialmente en prendas que venían de almacenaje húmedo.
Cuándo usar 180 s y cuándo no
Valores alrededor de 180 s son usuales en tazas y sustratos rígidos gruesos, donde el calor tarda más en llegar al centro de la pieza. En camisetas, ese tiempo extremo no es necesario y suele sobrecocer la tela (brillo, amarilleo, pérdida de mano). Si alguna receta sugiere 180 s para textil, entiende el contexto: quizá estaban compensando una temperatura baja real o una prensa inestable. Para playeras, quédate en el marco de 35–70 s y ajusta temperatura/tiempo como te expliqué.
Ejemplo completo para arrancar hoy mismo
- Precalienta la plancha y confirma con termómetro externo que estás en 190 °C reales.
- Preprensa 10–15 s la camiseta (poliéster 100% interlock 150 g/m²).
- Coloca el papel impreso, fija con dos puntos de cinta térmica.
- 190 °C × 55 s, presión media.
- Levanta vertical, retira sin arrastrar, enfría y revisa bajo luz blanca.
- Si quieres más punch de color, repite con 200 °C × 45–50 s; si notas brillo o textura marcada, prueba 185–190 °C × 55–60 s y reduce presión.
Con este enfoque, la temperatura para sublimar camisetas deja de ser una lotería. Estándar de 180–200 °C y 35–70 s, presión media, preprensa para humedad y verificación de temperatura real: esa combinación convierte tus recetas en procesos repetibles, con colores sólidos y durabilidad a prueba de lavadas.