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Papel de sublimación vs papel normal

Si dudas entre papel de sublimación vs papel normal, la diferencia crítica es el recubrimiento (coating). El papel de sublimación está tratado para retener la tinta en la superficie, secar rápido y liberarla casi por completo al aplicar calor y presión. El papel normal (bond/oficio) no tiene ese coating: la tinta se absorbe, sangra y no transfiere correctamente. Resultado: colores apagados, bordes sucios y mermas.

papel de sublimacion vs papel normal

Qué hace único al papel de sublimación

El papel de sublimación incorpora un coating microporoso que:

  • Mantiene la tinta en la capa superficial (no la “chupa” como un bond), por lo que la transferencia al poliéster o al rígido con coating es alta.
  • Acelera el secado en frío (menos manchas y ondulación del papel).
  • Mejora la nitidez (bordes definidos, tipografías finas legibles).
  • Evita el sangrado en fondos sólidos y patrones.

Además, suele ofrecer gramajes optimizados (90–120 g/m²), versiones quick dry y variantes tack (ligeramente adhesivas) útiles en textiles elásticos para minimizar ghosting por micro-movimientos.

Por qué el papel normal no sirve para sublimar

El papel normal no fue diseñado para transferir color por gasificación:

  • Absorbe la tinta hacia el interior de la fibra del papel → cuando calientas, no libera suficiente color.
  • Produce sangrado (los bordes se expanden), bandas y pérdida de contraste.
  • Aumenta el riesgo de manchas y de ghosting porque la hoja se deforma y el diseño se mueve.
  • Eleva la merma: repites piezas, gastas más tiempo y consumibles.

Ojo: no confundas el papel de sublimación con el papel de transferencia térmica (para inkjet/laser con polímeros o adhesivos). Ese otro papel deja una película sobre la prenda; la sublimación, en cambio, tinta la fibra (tacto cero) y requiere poliéster o rígidos con coating.

Gramaje y tipo: cómo elegir el papel correcto

90 g/m² (estándar):

  • Versátil y económico.
  • Ideal para prendas (poliéster blanco/claro), logos y artes sin grandes masas de color.
  • Menos propenso a “marco” si rasgas el borde antes de prensar.

100–120 g/m² (alta cobertura):

  • Mejor para fondos sólidos, fotos y rígidos (tazas, aluminio, MDF).
  • Controla mejor la ondulación con mucha tinta y favorece liberación más consistente.
  • Útil en calandras y transferencias largas (carteles/fundas grandes).

Quick-dry / Fast-dry:

  • Secado muy rápido.
  • Reduce manchas al manipular hojas recién impresas o al panelizar.

Con “tack” (autoadherente suave):

  • Recomendado en textiles elásticos y prendas técnicas.
  • Minimiza ghosting al evitar microdeslizamientos durante la presión.

Matriz de decisión rápida

  • ¿Qué vas a sublimar?
    • Textil → 90 g/m² para artes típicas; si hay cobertura pesada, 100–120 g/m² o papel tack.
    • Rígidos (tazas, aluminio, MDF) → 100–120 g/m² para liberar color parejo y evitar ondulación.
  • ¿Cuánta cobertura tiene tu diseño?
    • Baja/media → 90 g/m².
    • Alta (fondos, fotos, degradados grandes) → 100–120 g/m² o quick-dry.
  • ¿Equipo de calor?
    • Plancha plana → cualquiera, según cobertura.
    • Calandra → papeles de gramaje medio y rollo si trabajas en continuo.
    • Horno de tazas → papeles que mantengan forma; 100–120 g/m² suelen rendir mejor.

Prueba comparativa (a 10 minutos)

  1. Imprime en espejo cuatro bloques CMYK (50% y 100%) y una trama de texto fino con ambos papeles.
  2. Espera 2–3 min; toca suavemente: el bond suele verse aún húmedo.
  3. Transfiere sobre poliéster blanco y/o sobre un panel de aluminio con tu receta estándar.
  4. Compara:
    • Definición de bordes (papel de sublimación debe ganar siempre).
    • Saturación (el bond luce “lavado”).
    • Uniformidad (menos parches y “marco” con papel sublimación).
    • Ghosting (debe ser menor con sublimación, especialmente si usas papel tack).

Errores comunes (y soluciones inmediatas)

  • Colores apagados (parece “desvaído”): papel inadecuado o falta de energía térmica. Cambia a 100–120 g/m² en altas coberturas o sube +5 °C o +10–15 s.
  • Bordes difusos / sangrado: el papel absorbió demasiada tinta o hay demasiada carga. Usa papel quick-dry o reduce densidad en el RIP/driver.
  • Ghosting (sombra/doble imagen): movimiento al abrir la prensa. Fija con cinta térmica y prueba papel tack en textil. Retira el papel en vertical.
  • “Marco” del papel visible: corte a 90° marcado o humedad. Rasga el borde del papel, preprensa la prenda 8–12 s y usa papel siliconado limpio.
  • Ondulación del papel (cockling): exceso de tinta sobre 90 g/m². Cambia a 100–120 g/m² o baja densidad.

Almacenaje y manipulación (para que rinda)

  • Conserva el papel en bolsa resellable y en ambiente 45–60% de humedad relativa.
  • No toques la cara de impresión (el coating se contamina con grasa de manos).
  • Identifica la cara correcta: suele ser la más opaca o con leve textura; algunos papeles marcan la trasera con una filigrana.
  • Mantén el paquete plano; evita peso encima que pueda curvarlo.
  • Imprime y deja secar 2–3 min antes de montar para minimizar manchas.

Coste vs. merma: por qué el papel “caro” sale barato

Aunque el papel de sublimación cuesta más que el bond, reduce reprocesos, tiempos y mala calidad (que es lo más caro). En producción real, pasar de bond a papel de sublimación con buen coating puede bajar la merma de >10% a <5% y estabilizar colores. Además, mejora tu consistencia entre lotes cuando trabajas con perfil ICC del combo tinta+papel.

Recomendaciones por producto

  • Camisetas poliéster: 90 g/m² para logos y artes ligeras; si haces fotos a toda prenda, considera 100–120 g/m² o quick-dry.
  • Tazas: 100–120 g/m² y fijación firme con cinta térmica; deja 5–7 mm de margen junto al asa para evitar zonas frías.
  • Aluminio/MDF: 100–120 g/m², enfriado plano bajo peso tras transferir.
  • Textil técnico/elástico: papel tack para bloquear micro-movimientos y evitar sombras.

Conclusión

En el duelo papel de sublimación vs papel normal, gana por goleada el papel de sublimación: su coating asegura nitidez, saturación y transferencia altas, mientras que el bond provoca sangrado, colores pobres y merma. Elige el gramaje según cobertura y producto, prueba quick-dry o tack cuando convenga y cuida el almacenaje. Con ese control, tus transferencias serán predecibles, vivas y rentables.

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