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Cómo sublimar sobre metal (aluminio, acero, etc.)

La sublimación en metal ofrece una nitidez fotográfica, negros con mucho cuerpo y un brillo que pocos sustratos igualan. La clave no es “más calor”, sino el coating correcto, el contacto perfecto y una dosificación de energía (temperatura × tiempo × presión) acorde al grosor de la pieza. Con el flujo adecuado, el resultado es estable, sin halos en cantos y sin alabeos.

sublimación en metal

Elige el metal correcto (y quita la película protectora)

Para que la tinta gaseosa se ancle, el metal debe tener una capa polimérica especial: busca paneles de aluminio/acero “sublimables” o “coated” (blancos, plata, oro, cepillados, glossy/mate). Llegan con una película protectora: retírala justo antes del prensado para evitar velos o “piel de naranja”. Sin coating, el gas no se fija (en metal “crudo” la sublimación directa no funciona).

Preparación previa que evita defectos

  • Limpieza: desengrasa con paño de microfibra (isopropílico) para quitar polvo y huellas.
  • Archivo e impresión: trabaja en sRGB, activa modo espejo y usa perfil ICC de tu combo (impresora + tinta + papel). Imprime a 300 ppp; si el arte tiene fondos sólidos, deja reposar 1–2 min para evitar ondulado del papel.
  • Montaje: centra y pega el diseño con cinta térmica (2–3 puntos). Evita que la cinta invada el área de imagen; podría dejar marcas brillantes.

Apilado correcto en la prensa

Para paneles planos, el sándwich típico es:
Platina inferior → pad de silicón (opcional) → papel protector → papel impreso (tinta hacia arriba) → metal (cara de coating hacia abajo, “besando” la tinta) → papel protector/teflón → platina superior.
Poner el coating hacia la fuente de calor favorece una transferencia más rápida y uniforme.

Parámetros de partida por espesor y uso

Las recetas varían con la prensa, el papel y el espesor. Como marco práctico:

  • Chapas finas (0.5–1 mm) y porta-fotos: 180–190 °C por 80–110 s, presión media.
  • Placas medianas (1–1.2 mm): 185–195 °C por 90–120 s, presión media.
  • Piezas grandes (20×30 cm o más): sube tiempo para calentar el núcleo sin exagerar la temperatura; prioriza uniformidad (pad de silicón).

Si vienes de tiempos cortos con color pálido, suma +10–15 s; si aparecen brillos/amarilleo, baja 5–10 °C y compensa con +5–10 s.

Enfriado y manipulado

Retira el papel en caliente con levantado vertical (sin arrastrar). Coloca el panel sobre una superficie plana y fría para evitar alabeo. No ventiles con corrientes directas: los choques térmicos pueden curvar láminas delgadas.

Flujo paso a paso (aluminio fotográfico)

  1. Retira la película protectora.
  2. Limpia con microfibra e isopropílico.
  3. Alinea y fija el diseño con cinta térmica.
  4. Arma el sándwich (coating hacia la tinta).
  5. Prensa a ~185–190 °C × 90–110 s, presión media.
  6. Retira en caliente, sin deslizar, y enfría plano.
sublimación en metal

Evitar halos, bordes pálidos y “puntos calientes”

  • Halo claro en cantos: indica contacto irregular o caídas térmicas en esquinas. Añade pad de silicón fino para repartir presión y verifica la uniformidad real de tu platina con termómetro (centro vs. esquinas).
  • Bordes pálidos o lavados: faltó energía o el papel se movió. Suma +10–15 s o fija con más cinta; levanta siempre en vertical.
  • Puntos calientes / brillo: sobretemperatura localizada o presión excesiva. Baja 5 °C, usa papel protector fresco y reduce un punto la presión.

Gestión de color en metal (blanco vs. plata/oro)

El acabado del coating cambia la percepción del color:

  • En blanco glossy, el gamut luce más “foto”; los blancos del archivo permanecen blancos.
  • En plata u oro cepillado, el metal “participa” y verás metálicos naturales en las zonas claras (los blancos del archivo se vuelven color del sustrato). Esto es deseable para efectos premium, pero atenúa la saturación percibida. Ajusta el diseño con más contraste y evita pieles delicadas si buscas fidelidad fotográfica exacta.

¿Y el acero?

Muchos blanks de “acero” para sublimación llevan coating similar. El comportamiento térmico cambia menos que el del aluminio porque la masa suele ser mayor: prioriza tiempo sobre temperatura para no quemar el recubrimiento. Si el blanco es grueso, añade 10–20 s respecto a una chapa de aluminio equivalente.

Problemas frecuentes y su arreglo

Color pálido en general
Causa: energía real insuficiente, papel de bajo “release” o platina fría.
Acción: verifica temperatura real (no solo display), suma +10–15 s y prueba un papel premium. Precalentar la platina con dos ciclos vacíos estabiliza.

Bandas o “nubes”
Causa: humedad en el papel o exceso de tinta.
Acción: guarda el papel sellado, preprensa 5–10 s el conjunto (sin aplastar), baja saturación -5% o sube gramaje del papel.

Doble imagen (ghosting)
Causa: micro-movimiento al cerrar/abrir o al retirar.
Acción: más cinta, levanta en vertical, y usa pad para amortiguar el golpe de cierre.

Alabeo (warping)
Causa: enfriado irregular.
Acción: enfría plano sobre superficie fría; para formatos grandes, coloca un peso suave (libro grueso protegido) un minuto.

Manchas grisáceas o brillos irregulares
Causa: película protectora no retirada o recubrimiento contaminado.
Acción: siempre retira la película y limpia con microfibra; si persiste, cambia de lote/marca.

Horno vs. prensa plana (cuándo usar cada uno)

  • Prensa plana: rápida, precisa y suficiente para la mayoría de chapas y placas. Controla muy bien el contacto.
  • Horno: útil cuando montas volumen con mangas termoencogibles (p. ej., placas con formas o bordes). Ventaja: uniformidad; reto: cuidar el tiempo total de masa (más piezas = más inercia).

Control de calidad que baja mermas

Ten un archivo de prueba con negros, rojos, pieles y texto fino. Antes de tiradas largas, realiza una pieza de test por lote de blanks y documenta tu receta: temperatura, tiempo, presión, papel, tinta e ICC. Compara con una pieza patrón guardada de referencia; si cambias papel o tinta, revalida.

Seguridad y mantenimiento

Usa guantes térmicos, ventila el área (vapores del papel/protectores) y mantén la platina limpia (papel protector nuevo, sin restos). Revisa mensualmente la uniformidad térmica con termómetro de contacto; una esquina fría explica más fallos que cualquier perfil ICC.

Con buena selección de blanks con coating, montaje firme, energía bien dosificada y enfriado plano, la sublimación en metal se vuelve predecible: colores profundos, detalle nítido y cero halos. El resultado es una pieza premium que justifica un precio mayor sin sorpresas en producción.

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